Veinte años despues ….

20 años después de la caída del muro de Berlin, el 9 de noviembre de 1989, el posterior derrumbe de la URSS y la transformación de esta y sus satélites a la economía capitalista, tres son quizás, las consecuencias que hoy podemos extraer:

• El fracaso del socialismo realmente existente (mal llamado comunismo para la población general) y de los sistemas económicos de planificación centralizada.
• El fracaso del capitalismo que no ha sabido evitar el desmoronamiento de los sistemas de cobertura social en los países del antiguo bloque del este, el paro, sueldos y pensiones miseria, corrupción generalizada y saqueo del Estado por las oligarquías han hecho cierta la frase “Hemos descubierto que todo lo que contaban del comunismo era falso y que todo lo que nos contaban del capitalismo era cierto”
• La presencia del bloque soviético, limitaba los excesos del capitalismo, que ha partir de la caída del muro, tuvo vía libre. Las políticas neoliberales basadas en la triada (liberalización, privatización, desregularización), que ya habían sido adoptadas por Reagan y Thatcher, se extendieron por todos los países occidentales y de la Europa del Este.

20 años después, el mundo no es más libre, ni más seguro, ni más justo.

Las principales organizaciones de la izquierda clásica, los PS y los PC europeos no supieron estar a la altura de los acontecimientos. Los PS aceptaron los principios del liberalismo económico, transformándose en organizaciones socioliberales, mientras los PC,  apagado el faro de la URSS, y sin haber realizado una autocrítica creíble a tiempo, tuvieron que elegir entre la desaparición, la reinvención o la marginalidad.

La razón de ser de la izquierda nace de la incompatibilidad del sistema económico capitalista con la justicia social y los ideales de la ilustración (libertad, igualdad, fraternidad)

Perdida, por parte de los principales actores de la izquierda, su vocación antagonista con el capitalismo la izquierda entra en una crisis de identidad.

Desde la filosofía política, tanto el sistema económico capitalista (tanto en su versión hard como en su versión light), como el sistema económico de planificación centralizada por el Estado han demostrado ser injustos, el uno por que es incompatible con la justicia social y el otro por ineficiente e incompatible con el disfrute de algunos derechos civiles.

Debemos pues, desde la izquierda, explorar alternativas que nos permitan superar el capitalismo sin caer en el retorno a modelos económicos de planificación centralizada.

La solución podría basarse en desacoplar la economía de mercado del sistema económico capitalista, es decir, sistemas de mercado no capitalistas que sean compatibles con los principios de justicia.

Este tipo de sistemas, es lo que comúnmente se denomina “socialismo de mercado”, del cual existen múltiples modelos de los cuales quizá los mas destacables sean el modelo de “democracia económica” de David Shweickart  o el propuesto por John Roemer.